Adios, Don José - La Llegada

Cuando conoces una persona como D. José, entiendes por qué Dios lo elige como pastor de su rebaño.

 Años atrás  con su larga sotana negra y su alzacuello, tomaba las riendas de una pequeña parroquia, en uno de los barrios más humildes de esta ciudad, y fue aquí donde llevo a cabo su propia evangelización, entre los vecinos de un  barrio a los que siempre considero su familia, a quienes ha dado bautismo, comunión, matrimonio y muy a su pesar sepultura.

Aquí fue donde se ganó su nombre, D. José.

Amigo de todos, persona con quien entablar una tertulia, o confesar problemas diarios, ese hermano de quien siempre se podía esperar ayuda, se convirtió con el tiempo, en el entrañable abuelo de todos, y es aquí donde ha dejado un gran agujero, en corazón de todo un barrio, que siempre lo ha querido, y él se ha sentido querido del mismo modo.

Despacito sin hacer ruido, se metió en el corazón de todos aquellos que lo conocieron, ganándose poco a poco el cariño y ese respeto tan difícil de ganarse,  nunca un barrio, ni esta parroquia que con tanto esfuerzo levantó, le podrán agradecer el trabajo llevado a cabo durante tantos años.

 Luchador incansable, trabajó por construir un futuro mejor para todos sus vecinos, para su otra familia, aquella con la reía y se emocionaba, aquella que hoy llora por uno de sus vecinos más queridos, te has ido pero siempre estarás aquí, en nuestro recuerdo.

Gracias a ti, que con ilusión pusiste la primera piedra de esta cofradía, que estará eternamente agradecida, de la que siempre has estado orgulloso, esta cofradía por la sentías tanto cariño, y que gracias a tí, se siente orgullosa de lo que es, nunca podremos olvidarte.

Espero de corazón que Dios te tenga reservado un buen sitio en el cielo, junto a un balcón donde veas a tu barrio, desde el cual sigas cuidándonos y desde el cual te sigas sintiendo orgulloso de nosotros  y así cuando la cofradía salga como cada año a las calles de tu barrio, tú en primera fila disfrutes y te sientas orgulloso de todo lo que conseguiste y de lo orgullosos que estamos nosotros de haberte conocido.

Gracias D. José.  Hasta  siempre “JEFE”  y descansa en paz.